La falta de medicamentos básicos en los centros de atención primaria, la ausencia de insumos especializados para cirugías, así como el deterioro y la poca mantención de la infraestructuta hospitalaria, llevaron al Colegio Médico de Valparaíso a alertar sobre una eventual crisis de operatividad de los hospitales de la región. La razón: el retraso del pago a proveedores a través de la Cenabast que tiene a los recintos sin acceso y bloqueados al crédito.
En un verdadero drama se ha convertido la escasez de materiales e insumos médicos en hospitales y centros de atención de la red de salud pública de la Región de Valparaíso. Situación jamás antes vista dice el presidente del Colegio Médico de Valparaíso, Luis Ignacio de la Torre quien explica que “este problema afecta seriamente el funcionamiento de los hospitales dado que altera su capacidad operativa. Escasez que reduce la disponibilidad de recursos humanos e insumos, y se repite anualmente dado que los presupuestos asignados a los hospitales no se relacionan con su gasto, lo que obliga a sus directivos a endeudarse con proveedores”.
En un recorrido por los hospitales Van Buren, Pereira, Quilpué, Quillota y San Antonio, el presidente de la colectividad constató en terreno la grave falta de insumos y medicamentos, tanto básicos como especializados, que ha obligado, incluso, la suspensión de cirugías programadas. De la misma forma, la colectividad ha recibido una serie de denuncias de profesionales de la red asistencial que dan cuenta de las precarias condiciones de seguridad en la atención de pacientes, como por ejemplo la ausencia de guantes y mascarillas.
Ante esta crisis, dice de la Torre, “como Colegio Médico Valparaíso deseamos ser parte de la solución del financiamiento estructural de la salud pública, para lo cual hemos tomado reiterado contacto con las autoridades de la red asistencial y los miembros de las comisiones de salud de la Cámara de Diputados y del Senado. Esta realidad repercute en la calidad y oportunidad de la atención de los pacientes, afectando las condiciones de trabajo a las que se enfrentan médicos generales y especialistas”.
Uno de los principales afectados en la región es el hospital Carlos van Buren de la ciudad de Valparaíso que adeuda solo durante el 2019 cerca 1.700 millones de pesos a proveedores; más de 30 empresas mantienen bloqueado al recinto asistencial por no pago y con una deuda acumulada de 9 mil millones de pesos entre el 2018 y 2019. “Esta es una situación preocupante para un establecimiento de alta complejidad que atiende a una cantidad importante de usuarios de la región, donde ni siquiera cuentan con los insumos básicos para dar una atención de calidad y segura”, aseveró.
Y así, la crisis suma y sigue. El paro de actividades de funcionarios del hospital Adriana Cousiño de la comuna Quintero y la denuncia de la Asociación de Médicos Funcionarios del hospital San Martín de Quillota dan cuenta de las precarias condiciones laborales de sus trabajadores.
En Quintero, la multigremial presentó en septiembre un petitorio al Minsal, a raíz de las crisis medioambientales que se desecadenaron en la localidad, solicitando la reasignación de 22 cargos; la contratación de cinco médicos especialistas; un químico farmaceútico y un odontólogo, además de regularizar las asignaciones de reemplazo (Art. 8) en conjunto con médicos (Art.9). Denuncian que se están cometiendo “faltas graves a lo establecido por la Ley GES y Ley de Derecho a la Maternidad como son la escasez grave de insumos. Por ejemplo, en la Unidad de Laboratorio están sin reactivos para procesar muestras y la Unidad de Farmacia con dificultad para la compra de medicamentos, que van en directo desmedro de los funcionarios que ven limitados en la entrega de atención oportuna y de calidad, asi como de la comunidad de Quintero”.
En Quillota, la Asociación de Médicos Funcionarios (Amfu) calificó como limitadas e insostenibles las condiciones laborales del actual presupuesto hospitalario, asegurando que los insumos no están o no se reponen y que este hecho podría afectar la operatividad de las nuevas instalaciones y equipamiento de recursos humanos del nuevo hospital BiProvincial Quillota-Petorca.
Pedro Cordero, presidente de la Amfu, explicó que “la falta de recursos físicos está repercutiendo en el retraso de cirugías principalmente de cáncer a la vejiga, donde hay equipos que no se han repuesto debidamente. Igualmente, los especialistas no han podido trabajar y aplicar cirugías endoscópicas por la falta de insumos. En la UCI y la UPC han tenido problemas para regular la temperatura de enfermos en caso hipotermia y no hay ventiladores mecánicos adecuados para la atención. Dos destacados cirujanos que atienden a pacientes con insuficiencia renal crónica y que han solucionado los inconvenientes del sector, tienen sueldos bajísimos. Hecho que sin duda es un maltrato a su importante labor”.
También, “preocupa la condición de los cerca de diez nuevos médicos integrados al recinto este 2019, que están realizando la devolución de la beca, Periodo Asistencial Obligatorio (PAO), y no cuentan con el pago de las asignaciones de especialidad. Ante esta crisis de recursos, las autoridades de salud han planteado reasignarlas, castigando a médicos especialistas de más de 30 años de labor. Situación que no es compartida, pues no ha existido la debida regulación cada tres años de la autoridad como bien indica la ley”.
Crisis país
Este contexto no solo es regional, también es una realidad que se ha extendido a nivel nacional. La Asociación de Proveedores Industria de la Salud (APIs), que cubre el 59% del presupuesto en salud, entregando insumos a la totalidad de los hospitales y centros del país, fue una de las primeras entidades que abiertamente denunció la crisis de endeudamiento de los recintos públicos de salud, siendo las regiones de Valparaíso y la Araucanía las más complejas en compromisos impagos.
Según APIs, la deuda nacional durante el primer semestre de 2019 alcanzaba los 75 mil millones de pesos, cifra que supera con creces al mismo periodo del año 2018 que bordeó los 42 mil millones de pesos. En el caso de los hospitales Carlos van Buren de Valparaíso y Gustavo Fricke de Viña de Mar, juntos adeudarían, dice APIs, la suma de $3.600 millones en 2019; más $529 millones por los Servicios de Salud Valparaíso – San Antonio y Viña – Quillota, y $166 millones el hospital Claudio Vicuña de la ciudad de San Antonio.
En regiones, la situación no es muy distinta. Rubén Quezada, presidente del Colegio Médico de la Serena, Coquimbo, manifestó que “hay casos, por ejemplo, que antes de entrar a pabellón le dicen al cirujano que tenga en cuenta que hay poca gasa, o que no está el medicamento, entonces tiene que empezar a pensar qué alternativa tiene. No debiese ser así, puesto que debiésemos contar con los medicamentos disponibles desde el primer minuto. El problema es que estas situaciones se han dado a conocer por canales informales, son instrucciones de pasillo, verbales y nada por escrito, lo que está generando que se les pasa la responsabilidad de negar o cambiar un tratamiento necesario por esta falta de insumos al equipo clínico.
Puede ser que al momento de tomar decisiones, alguien lo haga pensando más en la economía que en el bienestar y ahí es donde ocurren los problemas en salud. Se han sostenido reuniones con el Servicio de Salud y nos dicen que efectivamente hay un retraso en los pagos, que se está poniendo al día, que no debería repercutir, sin embargo, esto termina siendo situaciones en que los equipos clínicos tienen que actuar en economía de guerra, cuidándose en lo que gastan”.
Arnoldo González, presidente del Consejo Regional Temuco, en la Araucanía, advirtió que la situación del principal centro hospitalario de la zona, Dr. Hernán Henríquez Aravena, es similar a otras regiones del país, “pues presenta una deuda de 13 mil millones de pesos (agosto de este año) y si bien se han inyectado recursos, se proyecta que de aquí a fin de año la deuda se mantenga en torno a los 10 mil millones de pesos”.
En Antofagasta, la deuda hospitalaria bordea los 10 mil millones de pesos, con graves problemas en la entrega de medicamentos de alto costo. El Ministerio se comprometió a disponer 4.600 millones de pesos para rebajar el endeudamiento y hacer pago a los proveedores.
Hugo Benítez, secretario general del Colegio Médico de Antofagasta, declaró que el déficit financiero que enfrentan los hospitales en la zona es un problema de gestión directiva. “Las autoridades del Servicio, pese a tener experiencia en el área, no han logrado el manejo adecuado ni el ascendente sobre el personal, tanto con el gremio médico como con otras agrupaciones de salud, principalmente en el hospital regional que continuamente presionan con paros y funas.
Tampoco hay proyectos de envergadura en un mediano y corto plazo, solo están los que se han terminado, como es el caso del SAR en el sector de la Coviefi, que tardó más de un año y medio en ser inaugurado”.
Oficio parlamentario
La alerta en torno a la alta deuda hospitalaria presentada por el Colegio Médico de Valparaíso llevó a parlamentarios de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados a oficiar al Ministro de Salud, Jaime Mañalich, para saber la magnitud real de esta crisis que está afectando al abastecimiento de insumos, fármacos e incluso de algunos procedimientos en la Región de Valparaíso.
Víctor Torres, diputado DC y miembro de la comisión, calificó publicamente como grave la denuncia, indicando que se “ha oficiado al Minsal para que explique con absoluta sinceridad lo que ocurre en la región de Valparaíso y sincere las reales cifras del endeudamiento de los establecimientos del país; exigimos respuestas y que se nos informe cómo se va a resolver esta situación que si sigue avanzando puede llegar a ser realmente crítica, pues tal como lo ha señalado el Colegio Médico, estamos ante una eventual emergencia sanitaria”.
Por su parte, el diputado Diego Ibáñez del FA ofició a la Contraloría y al Ministerio de Hacienda para que informe sobre las irregularidades de los recintos hospitalarios, en cuanto a la adquisición, registro, rendimientos de gastos y formas de pago de los insumos médicos en los hospitales Dr. Gustavo Fricke y Carlos van Buren en relación a los dos últimos años.
“Ante esta crisis, como Colegio Médico Valparaíso deseamos ser parte de la solución del financiamiento estructural de la salud pública, para lo cual hemos tomado reiterado contacto con las autoridades de la red asistencial y los miembros de las comisiones de salud de la Cámara de Diputados y del Senado. Esta realidad repercute en la calidad y oportunidad de la atención de los pacientes, afectando las condiciones de trabajo a las que se enfrentan médicos generales y especialistas”, Ignacio de la Torre, presidente Colegio Médico Valparaíso.