En Viña del Mar se desarrolló encuentro de Médicos Sin Marca

julio 24, 2018

El auditorio del Consejo Regional Valparaíso fue el escenario para el primer encuentro de Médicos sin marca (MSM) en la región.

La actividad fue iniciativa del consejero nacional por Valparaíso, Dr. Paulo Gnecco, movido por “la necesidad de poder dar una discusión que se está dando en otras partes, y que dice relación con las presiones de la industria farmacéutica en el ejercicio clínico de los profesionales, donde efectivamente no hay una regulación que pueda resguardar o salvaguardar un ejercicio libre de conflictos de intereses y donde muchas veces hay zonas de penumbra, en la que se generan relaciones cuestionables entre los clínicos y los laboratorios”.

En la primera de las exposiciones, el Dr. Rodrigo Salinas, integrante de la directiva de MSM, explicó que esta organización se inscribe en una iniciativa mundial que agrupa a más organizaciones de estas características. Actualmente, cuentan con 515 adherentes (360 chilenos y 155 de otros países).

Las áreas de interés de la organización en Chile son fundamentalmente tres: la comunicación (tanto internas, con encuentros con adherentes, como externas que les permitan llegar con sus ideas a otras organizaciones); tener una cierta influencia legislativa (con el objeto de poder incluir en la legislación artículos que apunten a regular los conflictos de intereses); y la postulación a proyectos de investigación (que les permita recibir fondos).

Salinas recordó que este 2018 se cumplen cien años del Código Sanitario chileno, documento que ya en 1918 “estableció que ningún médico podía ejercer simultáneamente las profesiones de médico cirujano y químico farmacéutico, y que ningún médico podía, a la vez, ejercer la medicina y tener una óptica o una tienda de aparatos ortopédicos. Y eso, que tenía el carácter de prohibición y que hasta el día se mantiene, lo que quería era dar una regulación que le dijera a la población que existen principios éticos que regulan la profesión, pero también que existe legislación y normativa que permite que nos aseguremos de que el interés primario, que es el bienestar del paciente, sea siempre el que prevalezca”.

La Dra. Eva Madrid, académica e investigadora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso y quien también integra la directiva de MSM, se refirió a los sesgos de la publicación, que no es sino “la tendencia de las revistas de aceptar artículos científicos, dependiendo de la naturaleza de los resultados, de la fuerza de los resultados y de la dirección. Y eso hace que la evidencia que luego nosotros tenemos disponible, para guías de práctica clínica, para recomendaciones, tenga un cierto sesgo”.

Según señaló, el efecto de esto es que “los clínicos, los profesionales de salud pública y los tomadores de decisión, en tanto exista este sesgo de divulgación, no van a contar con un cuerpo de evidencia adecuado para tomar decisiones. El problema es que se produce una distorsión que habitualmente va a que aquellos estudios positivos, los que otorgan ciertas ventajas a la droga en prueba, se publican más, y los que no están publicados no los vemos”.

También expuso el Dr. Kurt Kirsten, integrante de la directiva de MSM, quien se refirió a los ocho puntos que conforman la propuesta de MSM:

1. Ejercer una medicina centrada en las necesidades del paciente y basada en la mejor evidencia disponible.
2. Buscar fuentes imparciales e independientes de información, manteniendo una actitud especialmente cauta frente a aquella difundida por partes interesadas en aumentar la venta de medicamentos y otros tratamientos.
3. Evaluar en forma crítica tanto los contenidos de la literatura disponible como las recomendaciones de líderes de opinión y de paneles de expertos que mantienen vínculos financieros con compañías productoras de tratamientos.
4. Rehuir el influjo de la propaganda y el marketing farmacéuticos, y abstenerse de recibir visitas promocionales, obsequios, auspicios o cualquier forma de incentivo a la prescripción, evitando de tal modo los conflictos de interés en el ejercicio clínico.
5. Promover la independencia de las sociedades de especialistas, las publicaciones médicas y las jornadas educativas respecto de financiamientos y auspicios provenientes de la industria farmacéutica, de dispositivos médicos y de alimentos.
6. Asumir la educación continua como una responsabilidad del médico, aceptando que éste debe estar dispuesto a pagar por ella cuando es necesario.
7. Promover la elaboración de políticas públicas basadas en evidencia, por parte de paneles de expertos libres de conflictos de interés.
8. Promover el rol investigador del Estado y de entidades sin fines de lucro, junto con una adecuada regulación y transparencia de la investigación clínica financiada por compañías farmacéuticas (y otras).

Para Kirsten, la industria farmacéutica, nutricional y de dispositivos médicos ha sido tremendamente eficaz en dominar la generación y la diseminación de conocimiento entre los médicos, científicos y tomadores de decisiones. ”A la vez, los clínicos hemos menospreciado el probado efecto deformador que tienen las distintas iniciativas de marketing y los incentivos provenientes de la industria sobre las actitudes de los clínicos y sobre sus conductas de prescripción”. Así, de manera ingenua, “los médicos hemos terminado delegando nuestra responsabilidad de educarnos en parte interesada hay el resultado de esto son 3 puntos principales: el deterioro de la integridad de los proceso de toma de decisiones, que tiene que ver con el riesgo de malas atenciones clínicas y malas decisiones de política pública; el daño a la confiabilidad de las personas e instituciones que deben actuar en aras del interés público; y el aumento en los costos de los tratamientos”.

La última de las exposiciones estuvo a cargo del médico y disputado de la República, Dr. Víctor Torres, quien se refirió a la Ley de Fármacos 2, actualmente en discusión en el Congreso.

Al respecto, el parlamentario explicó que el proyecto ya pasó por el Senado y se encuentra en su segundo trámite constitucional en la Cámara de Diputados, y comentó que uno de los aspectos centrales de la discusión dice relación con al artículo 101, que regula la forma de prescribir los medicamentos.

El diputado manifestó que es de suma importancia entender los medicamentos como un bien social y no de consumo, sobre todo en un país como el nuestro, donde el gasto de bolsillo en salud es cercano a un 40% y donde los medicamentos, que son el principal componente de este gasto de bolsillo, tienen en Chile los precios más altos en la región.

Tras la exposición del parlamentario se dio paso a un conversatorio, donde los asistentes pudieron plantear sus dudas y reflexiones en relación a las presentaciones.

Los interesados en adherir a MSM pueden firmar en la web www.medicossinmarca.cl

 

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