Ataque cerebrovascular. Cuáles son sus síntomas y cómo prevenirlo

octubre 13, 2017

El ataque o también llamado accidente cerebrovascular (ACV) es una enfermedad neurológica en la que se produce una lesión cerebral debido a la obstrucción o ruptura de una de sus arterias, lo que redunda en una falta de irrigación sanguínea hacia el cerebro, pudiendo ocasionar graves secuelas si no es tratada a tiempo.

En conversación con Radio Digital de Valparaíso, el presidente regional del Colegio Médico, Dr. Juan Eurolo, quien también es neurólogo y jefe de Servicio de Neurología del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso, comenta que esta enfermedad “es la primera causa de muerte en Chile y es absolutamente prevenible”, razón por la cual es de gran importancia difundir la forma de prevenirla y también aprender cuáles son sus síntomas para poder detectarlos a tiempo.

Para graficar en qué consiste un ACV, el Dr. Eurolo explica que venas y arterias “son como las cañerías, que se tapan o se rompen. Cuando se rompe en una hemorragia cerebral (AVC hemorrágico) y cuando se tapa es un infarto (AVC isquémico), y esto sucede por un fenómeno que ya se estaba produciendo desde mucho antes en el organismo, como por ejemplo, la acumulación de colesterol en las arterias, la presión alta mal cuidada, una diabetes mal controlada, obesidad, tabaquismo y una serie de factores que acumulados en el organismo de una persona pueden resultar en una complicación que es el accidente cerebrovascular”.

En consecuencia, se trata de una enfermedad que es una complicación de otras enfermedades que son prevenibles; no curables, pero sí tratables y posibles de mantener estables.

Aunque pareciera que se trata de una enfermedad que sólo afecta a personas mayores, el Dr. Eurolo aclara que “también puede darse en gente joven, principalmente por dos causas: enfermedades del corazón y el consumo de drogas, especialmente la cocaína”. Por su efecto vasoconstrictor, la cocaína puede producir cuadros de hipertensión arterial, arritmias cardiacas y ataques cerebrovasculares, “y éstos últimos pueden darse inmediatamente tras el consumo”, afirma el especialista.

SÍNTOMAS

Los ataques cerebrovasculares se producen rápidamente y sus síntomas a menudo aparecen de manera súbita.

Los signos más evidentes son:

– Entumecimiento o parálisis de la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo.

– Problemas con el habla y la comprensión: dificultad para hablar, la persona trata de repetir una frase sencilla y le cuesta.

– Problemas motrices al caminar y falta de coordinación.

 

Spot del MINSAL para aprender a reconocer los síntomas.

 

Es importante señalar que el ACV es una emergencia médica, por lo que si se observa alguno de estos síntomas, hay que llevar al paciente de inmediato a un servicio de urgencia. Cuanto más rápido reciba atención médica, mejor será su pronóstico y menos probabilidades tendrá de sufrir secuelas.

“En el caso del infarto, o ACV isquémico, se realiza un procedimiento que se llama trombolisis, en el que se destruye el trombo o coágulo y la sangre vuelve a circular hacia el cerebro y éste logra a recuperarse. Pero este procedimiento tiene que hacerse dentro de las 3 primeras horas, después de eso el cerebro queda sin irrigación y aunque se haga la trombolisis no logrará recuperarse”.

CÓMO PREVENIR

Dado que las causas de esta enfermedad son diversas y en general se asocian a factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, obesidad, entre otros factores, el neurólogo del Hospital Van Buren señala que la prevención es la mejor recomendación que se puede entregar.

En ese sentido, resulta clave tener un estilo de vida saludable y tener en cuenta recomendaciones tan simples como:

– Practicar actividad física regularmente. Lo recomendable es una hora diaria, tres veces por semana.

– No fumar.

– Si va a consumir alcohol, hacerlo con moderación.

– Controlarse periódicamente con un médico, para detectar y tratar los factores de riesgo asociados.

El Dr. Eurolo sostiene que “la recomendación es que las personas a partir de los 40 años se hagan un chequeo preventivo cada dos años y desde los 60 años un chequeo anual; exámenes de colesterol, glicemia, presión arterial, uremia, etc. Las isapres tienen incorporados estos exámenes dentro de sus prestaciones y si bien no ocurre lo mismo con Fonasa, sus beneficiarios pueden acudir a los centros de atención primaria (consultorios), donde se realizan estos chequeos preventivos”.

 

Escuche la entrevista completa en Radio Digital Valparaíso

Parte I:

 

Parte II:

 

Parte III:

 

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