Nada bien cayó en la región el cambio en el protocolo de la aplicación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, en virtud del cual se permite que las instituciones se manifiesten como objetoras de conciencia, manteniéndose como prestadoras según los convenios establecidos con el Ministerio de Salud.
Al respecto, el presidente regional del Colegio Médico, Dr. Juan Eurolo, dijo no ser partidario de la objeción de conciencia institucional, argumentando que “la conciencia es un fenómeno humano, no institucional, porque puede que en esta institución esté trabajando una persona que no tenga objeción de conciencia, pero se ve obligada, por no perder el trabajo, o porque ahí está su lugar donde estudia y aprende, y va a tener que aceptar lo que diga la institución».
«Yo creo que eso no existe, y de hecho lo dijo el Departamento de Ética del Colegio Médico en Santiago: no existe la objeción de conciencia institucional”.
“El nuevo ministro debe entender que las políticas públicas en salud no pueden hacerse como traje a la medida de las clínicas privadas o credos religiosos, el nuevo protocolo de objeción de conciencia pone en riesgo la salud de miles de mujeres que verán muy dificultado el acceso a una prestación médica que se encuentra asegurada por ley, lo que vulnera directamente sus derechos”, afirmó, criticando además que lo “más preocupante” es que se haya destrabado para instituciones en convenio con Fonasa.
Información original: El Mercurio de Valparaíso
Artículo “Objeción de conciencia en la medicina” (Panorama Médico Nº 100, diciembre 2014)
Artículo «El médico y la objeción de conciencia. Opinión del Departamento de Ética del Colegio Médico de Chile A. G.» (Revista Médica de Chile, 2016)